
En este tercer día hay muchas cosas a considerar, debido a la estrecha vinculación de lo particular con los eventos cósmicos.
Debido a ello, en esta marcha que contiene el número de la Luna, es decir el 18 en los senderos del Árbol de la Vida, es preciso revisar la inteligencia emocional y sus repercusiones en lo personal, desde la capacidad de ir hacia el centro del ser, así como desde lo social, que conlleva participar de la acción colectiva y el poder de manifestar o crear en el mundo.
Segundo y, con base en los referentes que ofrecen los astros, estamos en la luna llena de Geminis, reflejando la Luz del sol en Sagitario, justo en el grado 27, lo que se traduce en haber llegado a la Puerta que allana el camino hacia el centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea o senda de la leche, que en exclusividad nutre la Madre Universal. En este orden de ideas, es preciso comprender que,
el multiverso de galaxias, está interconectado entre sí, desde su centro, el cual representa el holograma de la totalidad y equivale a un agujero negro. Ésto último, significa un punto vacío, dónde la frecuencia evolutiva del Plan Cósmico se revela a todos los fractales de la Unidad.
Tal información llega a todos los seres y, en el caso particular de las personas, a través de la glándula Pineal, relacionada con la anatomía energética propia de los 7 chakras y sus distintas dimensiones.
Si este sistema está vibrando bajo, las altas frecuencias emanadas del cosmos no se pueden asimilar, y la influencia que ellas generan, termina por experimentarse en el plano individual como un terremoto en el subconsciente, capaz de hacer colapsar las estructuras de la personalidad causando malestar, enfermedades y situaciones de extravío.
Si el mismo sistema está vibrando alto, mediante prácticas que favorezcan la introspección y el autoconocimiento es posible recibir la información Cósmica como una actualización del sistema y, de esta forma captar las revelaciones apropiadas para nuestro desarrollo y Propósito de vida orientado hacia la realización.
Es hoy, por lo tanto, un momento muy importante, y un peldaño para trabajar, desde lo prioritario la Sanación con lo pendiente, lo inconcluso y lo que reclama ser trascendido.
Más aún, por estarnos acercando al cierre del 2021, en medio de un período de eclipses, estamos llamados a sentir fuerzas encontradas en nosotros, o lo que podría denominarse una tensión, aparentemente disolutoria entre la identidad yinmensidad.
Lo mínimo que frente a esto podemos hacer es enfocar lo real con base en la MULTIDIMENSION del Ser, trabajada en la expresión finita de la CORPORALIDAD que lo vehicula.
Por todo lo anterior, en los momentos «túnel», como el que atravesamos, se las suele asumir desde la entrega y el compromiso con nosotros mismos, propio de la Disciplina de vida, capaz de evitar los daños internos y, especialmente,inflingirnos afectación en el cuerpo, para permitir que a través del perdón nos ofrezcamos el Amor Propio como respuesta a las situaciones vividas y extrayer el elixir de sus enseñanzas.